Jugar contra malos jugadores de
poker no es algo tan bueno como podría creerse. Es cierto que es más fácil
ganarle a un mal jugador que a uno bueno, pero el hecho mismo de que un jugador
juegue mal, o tenga poca experiencia, lo torna impredecible, y nunca podemos
estar seguros de cuál es su rango de manos, o cómo reaccionará ante
ciertas estrategias. Podemos, incluso, llegar a meternos en situaciones
complicadas, cuando nuestro rival no hace lo que se suponía que debía hacer.
Pero, como es de ese tipo de
jugadores de donde proviene el dinero que ganan los jugadores expertos o más
avanzados o habilidosos, es importante saber cómo enfrentarlos, y obtener el
mayor beneficio posible. Los jugadores de poker principiantes suelen venir de
salas de poker online gratis, y tener ciertos
hábitos que, llevados a las mesas de poker por dinero, sólo nos confunden.
En general, los malos jugadores de
poker se dividen en dos grupos mayores: los agresivos y los pasivos. Los jugadores
agresivos pueden ser los mejores para obtener dinero de ellos, ya que no
temen arriesgar su dinero. Ven muchas apuestas, y juegan con un amplio rango de
manos. Los jugadores pasivos son algo más complicados ya que, en general,
necesitaremos tener una mano mejor que la suya, para hacer apuestas por valor y
ganar en el showdown.
Los fish agresivos son
jugadores que tienen un alto porcentaje de manos jugadas y un alto porcentaje
de subidas en el pre-flop. Suelen apostar demasiado con manos que no
tienen equity, hacen check raise con frecuencia, y farolean en cualquier
situación. Contra este tipo de jugadores debemos tener clara nuestra estrategia
para cada una de las situaciones que se puedan presentar. ¿Haremos una apuesta
de continuación ante su check raise, por ejemplo?
Los (malos) jugadores de poker
agresivos suelen tener reacciones que no parecen tener ningún sentido. En
general, se preocupan poco por el rango de manos,
propio y ajeno, lo que los conduce a cometer muchos errores. Debemos aprovechar
cada una de estas situaciones, cuando somos capaces de detectarlas.
El (mal) jugador de poker pasivo resulta,
como dijimos, menos rentable para nosotros, ya que es más difícil conseguir
dinero de él. Suele tener un alto porcentaje de manos jugadas (alrededor del
40%), pero un muy bajo porcentaje de subidas preflop (por ejemplo, un 10%).
También tiene un factor de agresividad bajo.
La característica más importante de
estos jugadores es que, aunque no suelen hacer subidas, ven muchas apuestas y
abandonan poco. Esto significa que podemos obtener valor por nuestras manos
pero, a la vez, no es conveniente farolear, ya que verán nuestra subida con un
amplio rango de manos.
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